Consejos para ahorrar agua en el baño
Cuando hablamos de consejos para ahorrar agua en el baño, lo que nos viene a la cabeza es reducir el tiempo que pasamos en la ducha, pero esto no es suficiente. Hay otros pequeños gestos que nos pueden ayudar a reducir la factura.
Muchos los hemos escuchado infinidad de veces, pero no siempre los tenemos en cuenta. Te contamos cuanto ahorro supone en nuestro día a día.
Una ducha rápida
Es el principal ahorro de agua de nuestra rutina diaria y, sin duda, el más sencillo.
El tiempo medio de una ducha en España se sitúa en 10 minutos, lo que puede suponer un gasto de unos 200 litros de agua aproximadamente. Según las recomendaciones de OMS, una ducha debería durar no más de 5 minutos, el tiempo suficiente para asearnos y reducir a la mitad el consumo de agua. Estos 5 minutos extra podríamos emplearlos, por ejemplo, en desayunar más relajados por las mañanas.
¿Cómo conseguimos reducir el tiempo que pasamos en la ducha?
Un buen método es realizar una de las actividades que más nos gusta, cantar en la ducha. Para ello, podemos preparar una playlist con nuestras canciones favoritas, de este modo controlaremos el tiempo. Esto nos ayudará a comenzar el día de mejor humor y con más energía.
Reduce el caudal en los grifos
Este pequeño cambio nos permitirá ahorrar entre un 18% y un 47% en el consumo de agua. Instalar un reductor de caudal en los grifos es barato y fácil para hacerlo nosotros mismos.
Podemos instalar aireadores, perlizadores o cabezales de ducha eficientes. Nos permitirá obtener un chorro de más presión con menor cantidad de agua. Se instala sustituyendo el cabezal del grifo. Apenas apreciaremos el cambio, salvo en la factura.
Retretes eficientes de doble descarga
Existen en el mercado retretes con doble botón en la cisterna, que emplearemos en función del desecho que deseemos eliminar. El ahorro puede suponer hasta un 30%.
Otra alternativa que podemos tener en cuenta si tenemos que renovar el baño, es la posibilidad de instalar un lavabo e inodoro todo en uno, que permite reutilizar las denominadas aguas grises. El funcionamiento es sencillo. El agua que empleamos en lavarnos las manos, los dientes… es filtrada y enviada a la cisterna, lista para ser reutilizada.
Si no tenemos pensado renovar nuestro retrete, una alternativa puede ser introducir una botella de agua dentro de la cisterna. Esto reduce el espacio, por lo que emplearíamos menos agua en cada descarga.
Cerrar el grifo mientras…
Gestos tan habituales como lavarnos las manos, los dientes o afeitarnos suponen un despilfarro de agua. Con este simple cambio en nuestros hábitos, podremos ahorrar unos 10 litros de agua por cada minuto que el grifo esté abierto.
Todos estos pequeños gestos, además de reducir la cantidad de agua que empleamos en el baño, nos permitirá reducir también el consumo de agua caliente, que veremos repercutido en la factura de electricidad, gas o gasóleo calefacción.